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Familia
Ramos
Himno del 4to Encuentro de la Familia Ramos.
en Honor a "Leoncia Daniels de Ramos"
Mamá Leoncia
Hija/Hermana/Amiga/Tia/Madrina/Esposa/Madre/Abuela/Bisabuela/
tatarabuela/Mestra
Semblanzas de una Maestra de “una Escuelita” de Uracoa, estado Monagas.
En las verdes llanuras y humedales que dan vida al río Uracoa, en el sur del estado Monagas, viene al mundo Leoncia un 27 de Julio de 1901, para el gozo y la alegría de sus padres Pedro Daniels y Adela Pagola. En un humilde chinchorro, hecho con cogollos con palma de moriche, florece y ríe la más pequeña de las niñas de la familia.
Juega con la luna, haciéndole muecas a las nubes y guiños a los luceros que se asoman en la noche de la llegada de la inquieta criatura, que pronto se reunirá con sus tres hermanitas Eleana, Juana y Lucia. Cantando y jugando por el extenso rincón del llano venezolano que da paso al nacimiento del Delta del Orinoco, más adelante Leoncia y sus hermanas le dan la bienvenida al único varón de la camada quien recibe el nombre de Juan, con quienes compartieron sus alegrías y travesuras infantiles.
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Hace estudios elementales para conocer y aprender la lengua castellana y las reglas básicas de las matemáticas en su humilde vivienda, bajo la tutela de sus padres, quienes con sus únicos y maravillosos conocimientos les transmitieron a sus hijos las nociones elementales de ese momento histórico que les correspondió vivir para que se desenvolvieran en la vida; estos eran los estudios que podían realizar los niños humilde del campo de la Venezuela en los albores del siglo XX.
Leoncia se caracterizó por ser una niña muy inteligente, amable, religiosa, que muy rápido aprendió a leer y escribir, convirtiéndose en “una letrada” que no dejaba escapar libro o papel escrito que estuviese al alcance de sus manitas para leerlos y continuar su autoaprendizaje.
Esta niña llamaba la atención entre las personas mayores, que visitaban su hogar, porque mostraba conocimientos de historia y geografía, llegando a convertirse en escribiente y lectora de correspondencias que llegaban para algunos habitantes del maravilloso y encantador pueblo de Uracoa.
Su franqueza, su honestidad, su bondad y ánimo para colaborar y trabajar en lo que fuese necesario, le ganan a la luchadora muchacha el cariño y eterna amistad de sus vecinos y amigos
Llena de sueños, cargada de promesas y siempre guiada por un Dios de Amor, a los 20 años contrae nupcias con Pedro Emilio Ramos, el hombre de sus anhelos y sueños, con quien procrea 15 hijos: Emilio Antonio, Marcos Eloy(+), Daniel (+), Estilita (+), Josefa Estilita, Cruz(+), Pedro Manuel (+), Saúl Jeremías, Gladys Guillermina, Francisco José (+), Cruz Noel, Rosa Elena, Pedro Emilio (+), Guillermo y Lucas (+). Leoncia tambien cuenta con una gran cantidad de hijos de crianza a quienes cuido y ayudo a crecer.
Durante muchos años se dedica al cuido y atención de sus hijos y esposo, para el año 1949, se enciende en ella la vocación innata de enseñar y abre las puertas de su primera “escuelita” en su humilde hogar anclado en la calle Páez del pueblo que la vio nacer y crecer donde enseñó, durante tres años, a leer y escribir a decenas de niñas y niños, pero fue la desaparición de uno de sus pequeños hijos que la obligaron a cerrar esta alegre e entusiasta “escuelita”.
En el año 1955 nuevamente inspirada con el ánimo de seguir su labor de maestra, reabre su “escuelita”, donde se inscribieron durante quince años cientos de niñas y niños que hoy, en el año 2015, dan testimonio de quien fue la maestra Leoncia y a quien recuerdan con nostalgia e infinito agradecimiento por la enseñanza recibida.
Agradecida de la vida por todas las bendiciones recibidas de Dios, por la luz del día, por la noche tibia, por los recuerdos del ayer, por los sueños del mañana, por sus hijos, por todos aquellos que crecieron con ella en su “escuelita", a quienes dio lo mejor de sí, a todos los que con ella compartieron su senda docente de amor, en su pueblo natal, el 30 de Abril de 2006 a una avanzada edad va al encuentro del Padre celestial y su Venerada Virgen María.

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